Vengo de lejos,
como las lunas quebradas
que se ahogan en el océano.
He llegado al centro del páramo,
a esta soledad de silencio y viento,
y contemplo, naufrago, el batir de las olas...
Respiro hondo, miro en la distancia,
tapo, en el lado izquierdo de mi cuerpo,
la grieta por donde se escapa todavía mi palabra.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario