Nada tiene mi silencio que no sea como el tuyo,
es una llama que ilumina la distancia.
Hay detrás de una voz un limbo de rosas,
las cosas más pequeñas que guardamos,
lo inagotable de una larga tarde de verano,
el caer sobre el otro al ritmo pausado de la lluvia,
este viento terrible que nos inunda con su fulgor de escarcha.
f.
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