La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

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viernes, 31 de julio de 2020

Tanto andar en los infiernos y sigo siendo carne







Tanto andar en los infiernos y sigo siendo carne,
ni Dante tuvo este innombrable retorno.
Me encuentro en las huellas que habité,
en los resquicios de hurgar adentro,
en la luz invisible donde me ahogo,
en las noches sin lumbre respirando en la boca del lobo.
Vuelvo a beber y exprimo un limón en mis labios,
el ácido despeja las entrañas y deshace los nidos de nostalgia.
Hay lágrimas y viento en mi mirada,
un colirio benéfico para sentirme vivo.
Mis manos saben de sostener la incertidumbre
o de ahogar en su puño el pálpito de un pájaro.
Cada cierto tiempo se agrupan los astros para mí,
silenciosos dibujan sus mapas,
bitácoras de viajes, difusas islas interiores,
ardientes desiertos donde solo existe la sed.
En esas noches Beatriz se deshilacha en el fuego.
Sus labios no saben pronunciar una verdad,
solo escribe temblorosa con tiza roja
las palabras que ya nunca volverán a nosotros
y me obliga a pronunciarme al amanecer,
como si los años cayeran de golpe y fuera ya un anciano.


f.



jueves, 30 de julio de 2020

ENTREGARTE a los silencios del faro








ENTREGARTE a los silencios del faro
y en sus secuencias seguir las estelas
en la noche eterna del océano.
Una, dos, tres ráfagas cortas y una larga
como un minucioso trabajo de arquitectos
donde el agua se enciende
y en un instante se ven las carreteras del mar,
hasta el horizonte que arrastra la penumbra.
Allí los sueños se hacen tangibles
y a ti vuelve con la brisa el sabor de su boca,
la línea sagrada de su cuerpo,
nada más que lo importante,
aquello que te une a la vida.


f.




Sube al Corvette negro del 64










Sube al Corvette negro del 64
y crucemos bajo la noche la larga avenida del verano,
tenemos el poder de hacer de este día
a través del desierto un nuevo milagro.
Ven y deja que el tiempo sea secundario,
abrazados sobre el suelo veremos el cielo demoledor,
la caída intrascendente de otros mundos pequeños
iluminándonos desde tan lejos
como luciérnagas del Universo.
Bésame despacio, sí,
hazlo como saben tus labios demorarse en mí
y rebuscar entre lo oscuro,
en lo denso, allí donde se acumulan los murmullos
y son derribados todos los silencios.
Bésame ahora, cuando todavía me duele.
Cada vez va ser más difícil olvidarte.


f.



Valoro en la distancia el largo aprendizaje









Valoro en la distancia el largo aprendizaje.
Parto de un punto cercano al corazón,
allí, donde un pájaro oscuro bebe de mi sangre
y alza el vuelo cada vez que respiro.
Tú sabes que nunca es nada suficiente para el hombre,
y que esta contemplación de la vida y de la muerte
apenas deja rastros, solo palabras.
Un verso tras otro, que como un buril,
entran sin tú saberlo hasta el fondo de tu alma.


f.



miércoles, 29 de julio de 2020

Epílogo




Epílogo


Rasgo los matices que envuelven cada acto. En cada palabra hay una sombra, en cada mirada un puente o un abismo, en una mano la tibia respuesta o ese calor decoroso que da saberse el uno al otro.
Busco en los silencios el vértice perfecto, en la luz la herida sin tacha, el filo caliente de un cuchillo, el dolor suave de la ausencia y el murmullo del aire al sentirse vivo.
Hay en el viento restos de nosotros, de otros, de todos lo que a veces te dejan emociones que nunca conociste o que nunca esperabas a esas horas invadiendo tu cuerpo o deshojando en tu cabeza todas las preguntas.
Llueve y cada gota culmina un viaje, se hace en tu piel un suspiro frío y sucumbe dormida, exhausta, aunque sea sólo eso, el resto mínimo de una nube.
Fuera de mí, en el mundo que me rodea a pocos metros, la vida me da tanto para elegir que ya, en ese proceso de desgaste que es el amanecer, debo sentirme lo suficientemente receptivo para no sólo escuchar lo que dentro se ha hecho huella o solamente el sedimento de un nueva decepción…Cada día me reserva una tarde expuesta al agotado sentimiento de la desaparición y al renacer constante del milagro de la noche, la umbría penetrando hasta el tuétano de cada uno de nosotros, cuando el universo nos coloca enfrente de un montón de pequeñas cosas llenas de preguntas y silencios.


f.


Poema del poemario LOS DÍAS CONTADOS





Sopla el viento







Sopla el viento de tormenta
y hay cenizas en el bosque.
¿Cómo no arrojarlo todo
al fuego interno que nos invade?

Predigo el calor del amanecer,
todo el verano cayendo sobre la herida,
la luz, como un cristal liquido y ardiente.

Vuelve el silencio y trae en su boca
la sed de la noche.

Deja en los labios semillas sin nombre,
sílabas que solo traen las sombras.



f.


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