Nombro despacio
ciertas cosas que me duelen.
Escribo sobre ellas.
A veces,
al leerme otros,
dudan de mis palabras,
como si las cosas,
por nimias que parezcan,
no tuvieran en cada uno de nosotros
sus propias raíces, su propia historia.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
No hay comentarios:
Publicar un comentario