Muerde el durazno de la noche,
es la urgencia que tiene el Sur
en contemplar la estrella Polar.
Así y todo, como un ángel,
se ha vertido en mí la duermevela,
instantes de luz y sombras,
el sabor de un último verso
con el aroma de la rosa.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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