Cruzo una hilera de púas y sangro.
Tal vez lo hagamos todos sin saberlo,
aunque quizás todas estas marcas en el cuerpo,
tengan un peso especifico diferente para cada uno.
Hoy he visto atropellar a un perro.
Ha dejado un reguero de vida en el asfalto
aunque en su mirada todavía había una chispa de asombro.
Su dueño lloraba llamándolo por su nombre.
f.
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