No sé dónde perdí aquel vuelo de pájaros.
Sentí junto a mi piel un frío desolador,
el verbo y su silencio,
la palabra quedó yerma al saberme solo
cuando uno a uno se deshicieron con la lluvia todos los mitos.
Sentí junto a mi piel un frío desolador,
el verbo y su silencio,
la palabra quedó yerma al saberme solo
cuando uno a uno se deshicieron con la lluvia todos los mitos.
3 comentarios:
Genial, genial. Eres un fenómeno escribiendo. Abrazos
La lluvia que moja, en soledad, el vuelo de los pájaros. Muy bueno. Abrazos.
El frío que dejan las caretas al desprenderse, el golpe duro de la realidad, el fin de la utopía? Me ha encantado, define en gran medida mi estado de ánimo de últimamente. Besicos!
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