el pretérito imperfecto de la ausencia.
La penumbra me llevó por sus veredas
y fui un hombre ciego
que a tientas llegó a una muralla.
Escribí en rojo las palabras que me nombran,
todas mantenían en mi sueño mi cuerpo estremecido.
Desierto, muelle, océano, puente, mármol...
surgió la palabra rosa y me envolvió su aroma,
mi mano escribió un nombre,
sentí cada sílaba como un lamento abierto
y sin embargo unos labios se posaron en los míos,
en mi oído dejaron la palabra relámpago
y desperté, solo, en mitad de la lluvia.
Podría ser un homenaje a Gonzalo Rojas
4 comentarios:
La potencia del poema se desplaza con serena belleza. Abrazos.
Muy bueno eso del pretérito imperfecto de la ausencia, me ha gustado. Yo soy más de subjuntivo, pero me vale.
Claro, tu sólo, y yo esperando en la puerta a que abrieras. Jajajaja
unsaludo
Escribes mientras duermes?
Soñabas y escribías?
...me lías.
Un beso Fernando.
PD bonita palabra...muelle :)
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