Tengo los ojos de la lejanía,
la ausencia latente del crepúsculo,
el lado de los susurros
donde la lluvia es un periodo más del otoño.
Todo el año puede ser otoño en este instante
aunque circule el viento por el rostro de lo pretérito
y hagamos con los verbos el trueque de ser inmortales.
la ausencia latente del crepúsculo,
el lado de los susurros
donde la lluvia es un periodo más del otoño.
Todo el año puede ser otoño en este instante
aunque circule el viento por el rostro de lo pretérito
y hagamos con los verbos el trueque de ser inmortales.
4 comentarios:
Viene la primavera, oigo los tambores... el otoño es un recuerdo borroso de noviembre.
Un beso.
Por supuesto, el fondo yaciente de ese otoño que describes permanecerá por mucho que nos esforcemos en borrarlo.
Ha llegado este trueque tuyo a mi humilde mortalidad.
Laura
Pero... acabo de darme cuenta de que ya ha llegado abril.
Delicioso, como siempre.
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