Puedo ser lo disconforme o abrazarte y crecer en ti
como zarcillo de una vid nueva,
un vino que mira desde lejos y en tu boca se sobra.
Ser del camino esa piedra pequeña, roja, esquiva,
cinabrio entre los dedos, mercurio de tu cuerpo blanco,
el betún negro de los zapatos que te gustan.
Cada día uno, todos,
incluso aquel que te miraba siempre
y tú sostenías inquieta sus ojos en el cielo.
Desde los montes, el bosque, la roca empecinada,
el relajado sueño debajo de un árbol centenario,
el sol que te busca y que te quema,
la daga envenenada de la sombra,
el carmín de los labios que te muerdes,
la parte más dulce de un beso,
la humedad de la lengua,
el respirar sinuoso de dos deseos que se cruzan,
la lluvia, esa, la que te empapa tan dentro que te callas
o gimes en su caída, en el cuerpo a cuerpo del relámpago.
Cada gota mía de sal tiene tu nombre,
cada lágrima abriga un mundo nuevo,
mira debajo del atardecer, abrígame despacio,
vengo muerto como la nieve entrega su olvido,
ahora resucitaré entre tus dedos,
seré de nuevo lo que de mi piensas,
la suave brisa que esperabas.
¿DE QUÉ TE SIRVE?...
Hace 1 día
6 comentarios:
La naturalidad versus la ternura, ese es un don que no creo que nadie pueda arrebatarte nunca.
Un abrazo.
Tienes razón, la poesía es una arma que se dispara sola... y llega hasta lo más hondo.
Tú, y los poetas como tú, lo hacéis posible.
Un abrazo, Fernando.
Promete el programa del trío Buenafuente, Abadía y Punset, empieza ya, voy a verlo. Buenas noches.
Hermoso y camaleonico poema. Puedes ser lo quieras Fernando, por eso eres poeta.
Besos
Letras salpicadas de los colores del camaleón. Vaya poema!
...saludos desde un bosque de letras y palabras :)
El poder de un buen camuflaje, el poder de una mirada de 360 grados (como Trueba)...
Abrazos.
Confundido entre todo lo bueno y lo mejor .
te camufals muy bien . precioso.
Besos
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