Ardo en las horas
como si nunca fuera a pasar nada que tuviera sentido.
Es cierto que hay unos días de lluvia,
que en los arrabales se erigen templos
y que a veces la noche es un arrebato,
un réquiem de silencios.
Cada una de las partes que forman tu cuerpo es un lamento
y llueves sobre mi como en el otoño noviembre se pronuncia.
Semejante al amanecer,
todo lo difuso cabalga en mi ventana,
la llama se enciende y tú, caliente,
me das con tus besos
una parte de la palabra
robada a lo nocturno.
Suena el frío condensado en la mirada,
cada lágrima desciende por turnos,
los semáforos dan intermitentemente ámbar
y los autobuses hablan de dioses que caminan.
He asimilado bien las lecciones,
puedo demandar mi apostasía en cómodos plazos,
aunque ahora sólo me queda el sabor del café sin azúcar
y el más amargo y duro,
saberte desnuda entregada a la lluvia.
como si nunca fuera a pasar nada que tuviera sentido.
Es cierto que hay unos días de lluvia,
que en los arrabales se erigen templos
y que a veces la noche es un arrebato,
un réquiem de silencios.
Cada una de las partes que forman tu cuerpo es un lamento
y llueves sobre mi como en el otoño noviembre se pronuncia.
Semejante al amanecer,
todo lo difuso cabalga en mi ventana,
la llama se enciende y tú, caliente,
me das con tus besos
una parte de la palabra
robada a lo nocturno.
Suena el frío condensado en la mirada,
cada lágrima desciende por turnos,
los semáforos dan intermitentemente ámbar
y los autobuses hablan de dioses que caminan.
He asimilado bien las lecciones,
puedo demandar mi apostasía en cómodos plazos,
aunque ahora sólo me queda el sabor del café sin azúcar
y el más amargo y duro,
saberte desnuda entregada a la lluvia.
F
8 comentarios:
Me he quedado sin palabras. Es un poema excelente. Cuando lo lees,discurre suave como la misma lluvia.
El cuadro que le adorna es otra maravilla. Intentaré buscar a la pintora en internet.
Un abrazo nocturno y lluvioso.
Laura
A mí con dos sobres de azúcar, por favor. Si es en Roma, con uno basta.
Gracias.
Un (b)eso con calefactor
Nunca pasará ese tiempo en el que ardimos.
Las cicatrices de las quemaduras serán olvidos.
Un abrazo.
Impaciencias, obsesiones, tristezas, escepticismos y amarguras, con todo ello se puede crear un bello poema.
Un beso, Fernando.
Un bello poema cargadito de sensaciones, es delicioso leerte.
besitos muy pecaminosos
La mañana era gris hasta que pasé por aquí. Un beso, Fer.
Las horas pasan, mientras la lluvia agigante la espera. Abrazos.
Podemos aceptarnos pero ver al otro
Me ha gustado mucho.
Un abrazo
Alba
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