¡Saturday night fever!, gritó como una loca al entrar al pub. De una visual, se aprendió todos los rostros que bailaban bajo la bola de espejuelos. Y la vi moverse frenéticamente al son de The Bee gees, hasta sentarnos en unos taburetes altos revestidos de eskay rojo, y colocar su bolso de flecos en la mesa diminuta. ¡Un gintónic!, pidió. Luego encendió uno de esos cigarrillos que huelen a vainilla. Yo la miraba. Ella no. Ella quería perderse entre los zapatos de la gente, el aire viciado y los espejos de las paredes. Encaramarse a la bola gigante y girar hasta esfumarse como una estela de humo barato y soñoliento. Quería sacudirse algo de encima. Temía que su corazón se trasparentase a través de la blusa almidonada de domingo y que contara la verdad que ocultaban los poros de su piel.
Luisa Fernández
¿DE QUÉ TE SIRVE?...
Hace 6 horas
14 comentarios:
Bonito micro relato, y bonita canción!
Saludos!
Evidentemente quien baila...su mal espanta ( si se permite la adpatación )
Bello relato.
Hay fiebres que sólo pretenden quitarse lastre.
Decirlo así de bien es otra cosa.
Abrazos.
Buen relato, Luisa.
Yo suelo hacer últimamente como la "prota".
Un beso
El moverse al son de la música y dejar el cuerpo a su libre albedrío, libera la mente.
Un abrazo amigo. Marea@
Olvidar en una noche de sábado puede resultar sencillo. El problema es hacerlo a lo largo de la semana. Buen microrrelato. Un saludo.
Y quién no ha intentado alguna vez mitigar su soledad o desengaño al ritmo de la música y...un Gintonig?
Estupendo y musical micro relato Luisa.
Besos
Felicidades a Luisa Fernández por este microrrelato. Creo que ha captado y transmitido muy bien la impresión de huida que nos causan algunas conductas. Saludos cordiales.
.. bien contado.. todo un arte el de Luisa..
.. saludos, fernando..
¿Algún miedo dentro que no nos domine?
Oh, aquellas noches locas que duraban tan sólo (no como ahora) hasta las diez de la noche.
y las abejas rondandonos con su cosquilleo musical.
Besos, Luisa.
Abrazos, Fernando S.
Muchísimas gracias, Fernando. Me ha encantado la música. Y muchísimas gracias, también, para todos los que habéis comentado el micro. Sois estupendos.
Un beso.
Luisa Fernández.
Muchos recuerdos me evoca,y por que no decirlo, alguna vez me he sentido envuelta por ese halo de luz y humo intentando olvidar por unos instantes lo cotidiano.
Besos.
Luisa, en unas pocas palabras, has expresado lo que muchas personas persiguen en una noche de fiesta: El olvido. Pero tras la sonrisa abierta y la mirada perdida; tras el frenesí del baile y la mágia de la música... Está la realidad.
Precioso realto... Gracias.
Este micro nos transporta a, efectivamente, aquellas noches de sábado y discoteca. Entonces nos evadíamos de todo a través de la música y el baile. Los problemas y la realidad quedaban aparcados en la puerta antes de entrar. Buen micro y mejor música. Me encantan los Bee Gees.
Un abrazo, Luisa.
Publicar un comentario