La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

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martes, 4 de noviembre de 2008

He ido al bosque




He ido al bosque.
Los árboles, perezosos,
jugaban con la escarcha.
El viento era una brisa fría
y el silencio sólo lo rompía
algún diminuto pájaro.
Las nubes eran blancas,
las hojas empezaban
a sembrar el mullido suelo
con sus colores amarillos y terrosos...
Me gustaría poder quedarme inmóvil,
ser una roca en mitad de un claro,
ver pasar la eternidad
como si no me importará
más que el paso del tiempo
en las dimensiones del universo
y no este cuerpo pequeño y débil
que apenas se estremece
con unas gotas de lluvia,
un relámpago,
un canto de pájaro
o un crepúsculo.


11 comentarios:

maria varu dijo...

Este cuerpo pequeño y débil se hace más pequeño ante la grandeza de los sentimientos, se hace más débil ante el dominio de la pasión y sin dudarlo vive y se engrandece ante la eternidad de lo que ama y siente.

Besos, mi amigo.

Lamia dijo...

Cómo me gusta ese bosque... Supongo que no te importará que me de una vuelta por él.

irene dijo...

No me digas que no es bella esa imagen del bosque en otoño, porque es en otoño, y con ese poema tuyo cobra vida, mucha vida, parece que el viento mueve las hojas de los árboles, que los diminutos pájaros saltan de rama en rama, que las hojas crujen con cada pisada..., sí me veo pequeña y débil.
También es bella la música de fondo.
Es embriagadora la mezcla del conjunto.
Buenas noches, Fernando.

albalpha dijo...

Nostalgia por el bosque y mis amigos pero no somos roca. Los árboles de ciudad acompañan mi travesía. Sigo con las riendas.

Besos

Alba

Patricia Angulo dijo...

Me trajiste el bosque a mi casa, de pronto sentí que caminaba en él.

Besos.

Merce dijo...

¿A que llamas pequeño? ¿a o que ocupa poco espacio? ¿Es pues un beso pequeño?

¿A que llamas débil? ¿a lo que se conmueve? ¿Es pues la Vida débil? ¿Es pues Dios débil?

Un abrazo

fgiucich dijo...

Ese bosque encantado que siempre guardamos en un rincòn del corazòn. Abrazos.

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Precioso...Hasta se percibe ese aroma especial de nuestro Pirineo en otoño...tan añorado....Un abrazo.

Doberka dijo...

Un paisaje enteramente otoñal y una roca con alma la de tu precioso poema, Fernando.

Besos

Martine dijo...

Me siento pequeña, me siento débil... Pero este paseo en versos por el bosque y de tu mano...Lo bien que va...

Un beso f.

Anónimo dijo...

A través de tu poema, yo también he paseado por ese bosque.

Un abrazo

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