Andamos en la vida por la derecha de una carretera secundaria,
ya que casi nunca nos tocan autopistas y sí recorrer senderos de olvido.
Si en lugar de estos páramos donde se resisten las sabinas
tuviéramos el frondoso contorno de los bosques,
este lado del río sería menos certero,
y en la bruma de las mañanas
no tendría que rebuscar en el desván de mi alma
un poco más del poso que me dejan tus caricias.
Las estrellas son astros que iluminan la noche.
A veces, se dejan un millón de años para verte, y sí, es verdad
que tienen un fragmento de la magia escrita en sus latidos.
Llegar a la noche y sentirlas puede devorar todos los contenidos silencios.
Me gusta saber que tú miras las estrellas,
que encuentras una parte emotiva en su azulado tintineo,
y que es entonces, cuando con voz queda,
casi en un susurro apenas perceptible, les dices que me amas.
otro poema que leeré el sábado en el recital en La campana de los perdidos.
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8 comentarios:
Deberias grabarte un postcast para que los que no iremos, te podamos escuchar :))
Besos.
Qué bueno es saber que alguien nos aprecia y que, además, es capaz de decirlo en voz alta. Confío en que disfruteis mucho de esa sesión poética.
Andemos por donde andemos, hallemos lo que nos hallemos, nos falte lo que nos falte en ese andar por la vida, es bueno darse cuenta que tenemos ese "desván" en el alma para rebuscar aquello que amamos y deseamos. Y que la noche, esconde esa magia de dar vida a todo lo que anida en nuestro corazón.
Sigamos andando... que más da que la carretera sea secundaria, comarcal o camino de carro, lo importante es tener ese desván donde rebuscar y vivir la magia de la noche estrellada.
Besos Fernando.
quiero andar en la vida... y encontrar o estar segura de que me espera un susurro de alguien que me dice que me ama.
besos
Lo bueno que tiene ir por carreteras secundarias es que a veces hay atascos y en estos atascos conocemos gente y compartimos momentos que por una autopista jamás habríamos podido.
Si además, te equivocas y te adentras por algún camino desconocido y te pierdes, puedes disfrutar de la soledad que te permite después admirar y valorar ese susurro que te dice que te ama.
Un beso.
Que buenos poemas, Fernando. No tenía ni idea de que existiese este sitio. Volveré por aquí para seguirlosy comentarlos.
Suerte en el recital de la Campana de los perdidos. Me pilla un poco lejos, sino iría.
Un saludo
Tiene que ser un placer poner tu voz a este bello poema...
Lo que daría por escuchar tus versos de tus propios labios...
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