Ando por las calles y siento algo extraño, la sombra de un hombre parece seguir mis pasos. Lleva un abrigo gris que le llega a los pies y un sombrero negro, casi como salido de un cuadro de Magritte. No me da miedo, quizás la prevención de lo desconocido, pero también siento esa necesidad que te queda en el estomago de saber quién es y por qué me sigue. Hace tiempo siempre me paraba la policía, quizás pensaban que escondía algo, que tramaba o traficaba, me hacía gracia cuando me pedían el carné y me apuntaban con un fusil ametrallador, me quedaba la duda de si el guardia tendría cargada el arma y si en un momento de nerviosismo se le podía disparar. Afortunadamente nunca pasó.
Dudo si me sigue a causa de mi última amante o su marido, o tal vez mi ex mujer buscando datos para zaherirme, ninguno de ellos me interesa lo más mínimo y además son asuntos tan acabados como olvidados.
La sombra ha pasado a ser como un amigo que me espera en un rincón de la calle y a una prudente distancia me sigue sin decir nada. Es como tener protección todo el día, pero con el efecto extraño de que no sé si me protegería en un mal trance, pero en su seguimiento y sin saberlo es mi mejor compañía.
Fotografía aquí
14 comentarios:
angustiante persecución, más aún sabiendo que la mejor de las compañías es la sombra y no el hombre.
saludos sónicos
Microcomentario: ¡Mubueno!
Qué angustia no saber quién es y por qué te sigue. No te fies.
Besos.
Vaya, parece que Wendy se equivocó y cosió una sombra que no correspondía.
Todos tenemos luces y sombras, Fernando, pero por lo descrito en este poema yo diría que su protagonista teme, quizás, más a su conciencia que a su sombra, je,je,je.
Muchos besos, Fernando.
sombra, para bien o para mal siempre compañera. un abrazo
¿Y si simplemente te deseara?
... X
A todos nos sigue la sombra de ese extraño que siempre camina con nosotros...
Abrazos
Hay sombras o fantasmas cuyo peligro atrae irremisiblemente...
bss
ETDN
A menudo es así. Llevamos sombras que pasan a ser como amigos imprescindibles.
Aunque lo que nos digan no siempre sea lo que esperamos.
Abrazos.
Las sombras son nuestro leal acompañante.
abrazos
bueno parece que cada uno ha visto algo distinto en esa sombra..desde un deseo que te busca(¡!), un miedo que te persigue, un desvelo o tú mismo al ser la sombra que te corresponde...interesante...gracias.
f.
jajajaja, pues yo en la lectura veo al cobrador del frac con su bombin de deudas!!!
Olimpia.
no...esos son otros.
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