La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

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martes, 6 de noviembre de 2007

Había olvidado





Había olvidado que los desiertos aman.

Allí donde hubo una llama

siempre queda la luz de la palabra.



(abrir la imagen: todavía se ven los sueños)

14 comentarios:

Gastón Martorelli dijo...

Por supuesto que siempre quedará la luz de la palabra...

Espero que me recuerdes, soy el de Cuarto Menguante, te quería decir que además del que tengo, abrí otro blog. La dirección es:
www.el-colectivo-imaginario.blogspot.com

NADA MÁS, ERA ESO...
Y FELICITACIONES POR TU CREATIVIDAD..

ABRAZO FUERTE
GASTON

Anónimo dijo...

La luz de la palabra es la que ilumina mi desierto Fernando. Besos.

almena dijo...

Precioso... "la luz de la palabra" como rescoldo de la llama que alguna vez ardió.

Un abrazo!

Chalá perdía dijo...

Preciosa la foto y la reflexión de tus versos...me sugiere a la mitad soñada y la mitad por soñar...

ybris dijo...

Siempre he temido a los desiertos.
Quizás aún no haya descubierto su amor o la luz de su palabra.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Me encantan los desiertos, los lugares vacíos, los estados naturales de soledad.
Preciosa foto.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Que foto mas bonita....
A veces, si, las palabras nos traen pasadas llamas.

Lucía dijo...

Sigo esa luz a través de tus poemas, Francisco.
La foto es impresionante.
Besos.

Gubia dijo...

Los desiertos siempre guardan misterios y una luz especial, son fascinantes.Un abrazo.

Anónimo dijo...

En ese desierto yo instalaría una haima para disfrutar una noche fantástica...
Un saludo, Fernando

Tris dijo...

La fotografía excelente. La libertad de una soledad, la inmensidad de un vacío lleno…
Me dan ganas de caminar por el vértice de esa línea… el desafió a conocer un lado u otro…
Dos lados… siempre hay dos. Risa y llanto, amor y desamor, paz y guerra, movimiento y quietud…

Sí, aunque la llama muera… siempre hubo esa palabra del instante, y nos devuelve a ella.

un saludito

Fernando dijo...

queridos amig@s...recomponer el páramo...ese el principio de este poema de noviembre.


B y A


f.

Simplemente Olimpia. dijo...

La probabilidad de que un desierto engendre vida es tan pequeña, que la esperanza se "ancla" en raices efímeras.
Será que la palabra es oasis donde escapar-se y los sueños en lugar feliz del engaño.

Olimpia.

Fernando dijo...

puede ser que el oasis sea el sueño y la realidad sólo menos hermosa que la fotografía...pero yo admito los desiertos como animal de compañia...besos.


f.

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