Resguardo los gestos en los que en mi conmoción
traigo desde tan lejos la ternura.
Mejor me cubro con palabras que tienten,
las que se deshacen en la boca
y pueden dejarte a la distancia del aliento de otro.
Hay relámpagos que saben devanar tormentas,
crear hilos invisibles que queman como el fuego
y atan a la urdimbre de un escalofrío
todos los sueños y todos los silencios.
A veces un hombre escribe
y es en parte culpable
de ciertas verdades que dan vida,
de ciertas verdades que dan muerte.
f.
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