Cruzo el silencio con mis manos húmedas,
hablan mis dedos de símbolos misteriosos,
un jeroglífico que trae el fuego
como si mis yemas conocieran el valor de la hondura
y buscaran el sacrificio, el abismo que siempre deja la lluvia.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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