Caminar sobre la noche
como si eso fuera
el final de la eternidad.
Un lugar hecho de viento y de calima,
mientras la urgencia de morir
queda pendiente
de los hilos de tus manos
y de las palabras
que al pronunciarlas
nos revelen su luz.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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