No tengo las palabras precisas que te pueden nombrar.
Ni siquiera es lo que quiero hacer al escribir de ti,
prefiero saber que andas por el mundo
y aprendes como yo de tus fracasos.
Hoy, no sé por qué,
- será el invierno -
ya sabes como soy para estas cosas,
he buscado entre las fotografías
alguna en que saliéramos juntos.
No es tan difícil,
pero la verdad, al rebuscarlas,
me he perdido en otros recuerdos.
Recibí desde Nueva York tu postal,
- no te había dado las gracias -
sigues siendo la misma de siempre,
mandas postales como antaño,
cuando dedicabas, en cada viaje,
un día para los viejos amigos…
me ha dado cierta nostalgia
saber que ahora yo soy
uno también de tus viejos amigos.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario