Alguien se parece al mar esta tarde de lluvia
y sigue siendo humano, todavía.
Sara Castelar
No pronuncio la palabra pájaro,
pero en su vuelo se yergue la contemplación del infinito.
No hablo de lo poco que cuesta decir mar,
y sin embargo,
sabemos lo que en si mismas guardan sus mareas.
Todo tiene el sentido de lo puro,
el canto señalado del amanecer,
el blanco perpetuo de la nieve,
el dolor con su reflejo posible en el llanto,
lágrimas que nos desnudan
y son como palabras que al pronunciarlas
son hermanas del silencio,
ese silencio reposado que tiene la noche
siempre guardada para tu corazón.
f.
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