Abro la ventana y siento el frío.
Escucho el sonido inconfundible del lunes.
Mi silencio se habita de pequeñas sensaciones.
A flor de piel navegan irremediables todavía ciertas ansias,
mientras, dentro de mi pecho,
en el corazón, existen pequeñas islas
y un furtivo pájaro que lleva y trae la nostalgia.
2 comentarios:
Es una imagen hermosa, como el azul del amor que aletea en tu corazón.
Hay que poner mucho ardor para calentar el frío otoño. Me gusta el poema, mucho.
Un abrazo cálido.
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