Tú eres Cartago
encerrada en mi mente de africano,
unas columnas de mármol,
las teselas de un suelo que recuerdan a la cazadora Diana,
un difuminado cielo
donde el azul sabe tanto del cercano mar como del lejano océano.
Tú eres Cartago,
un sueño sin rostro ni matices,
lo que voy a perder por conquistarlo,
la suerte siempre esquiva de un soñador romano.
encerrada en mi mente de africano,
unas columnas de mármol,
las teselas de un suelo que recuerdan a la cazadora Diana,
un difuminado cielo
donde el azul sabe tanto del cercano mar como del lejano océano.
Tú eres Cartago,
un sueño sin rostro ni matices,
lo que voy a perder por conquistarlo,
la suerte siempre esquiva de un soñador romano.
3 comentarios:
Puedes conseguir lo que quieras, si sacrificas todo lo demás. Es la frase ya aprendida que recorto de este poema.
Un abrazo a Diana. Cuya estatua preside mi salón.
Te saludo y te admiro.
Me ha gustado especialmente.
Sí.
Hola Fernando! Soy Merche Marín, estuve en La Almunia escuchando tus poemas en el homenaje a Yusta y también nos vimos en la presentación del último libro de Angel Guinda. Me alegro de haberte conocido y de haber llegado a este blog para leer algo tan bonito como es este poema. Muy bonito, de verdad, pero eso tú ya lo sabes. Un beso.
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