Recuerdo el valor de lo involuntario,
el gesto en abandono de una mano, unos labios,
el beso como un fanal de luz en plena noche.
Solo lo impredecible esgrimido como arma,
la caricia de unos dedos dejando un surco en una piel tranquila,
un escalofrío que quema dentro y eriza los cabellos;
el sabor a limón de la ginebra de una boca a otra;
la fiel pelusa en el ombligo
con el aroma todavía de otro cuerpo;
el sonido a musgo de unos pies descalzos golpeando la tarima;
el brillo húmedo de una espalda saliendo de la ducha;
la mirada dentro de sus ojos,
violando por un instante fugaz su intimidad,
sintiendo el pequeño regocijo de saberte dueño de ese tiempo,
pequeño y habitado de preguntas en el mundo del que vive a tu lado.
el gesto en abandono de una mano, unos labios,
el beso como un fanal de luz en plena noche.
Solo lo impredecible esgrimido como arma,
la caricia de unos dedos dejando un surco en una piel tranquila,
un escalofrío que quema dentro y eriza los cabellos;
el sabor a limón de la ginebra de una boca a otra;
la fiel pelusa en el ombligo
con el aroma todavía de otro cuerpo;
el sonido a musgo de unos pies descalzos golpeando la tarima;
el brillo húmedo de una espalda saliendo de la ducha;
la mirada dentro de sus ojos,
violando por un instante fugaz su intimidad,
sintiendo el pequeño regocijo de saberte dueño de ese tiempo,
pequeño y habitado de preguntas en el mundo del que vive a tu lado.
F
7 comentarios:
Ese brillo húmedo de una espalda saliendo de la ducha... y el ombligo acariciado de pelusas me devuelven una suave brisa, que aún recuerdo, aunque ya lejos, pero aún me habla o me grita.
Pero qué maravilla, Fernando. Enhorabuena!!!!
Un abrazo
Beatriz
Me ha maravillado tu poema. Una densidad perfecta enmarcada en una delicada vasija, que diría Elvira Daudet. Una poesía llena de emoción en cada verso involuntario hasta describir con exquisita pasión esa pelusa en el ombligo, esa mirada dentro de otros ojos violando...Violando ese fugar insntante de su intimidad.
Vamos, que me cautivó.
Mis felicitaciones compañero.
Te veo en el tren de Zaragoza-Madrid.
Un abrazo.
El valor de lo involuntario... ¿hay algo realmente involuntario?
Precioso, como siempre, Fernando.
Un beso.
involuntario??
hay momentos que se nos escurren y otras nos inundan maravillosamente
el camino del agua es siempre provechoso:)
besos Fer y mil gracias por tu huella
Sencillamente, exquisito.
¿Realmente hay algo involuntario?
Un abrazo.
PS: Por cierto, la ginebra mejor con lima.
Fugaz cuerpo bañado de luz,
mano del tiempo abandonado,
ver el brillo acariciado...
ombligo involuntario.
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