Sonará la lluvia, la ceniza será roja
como las voces de los niños cantores.
Deberemos cerrar los ojos, besarla una vez,
sentir el mármol frío latiendo en el interior,
la mano del silencio sosteniendo nuestras manos,
mientras el ángel recién llegado de tan lejos
crepitará en las palabras del misterio.
Ayer la luz fue azul y de un tono indescriptible,
el color de mañana será marrón,
el tono ensimismado de la tierra y del olvido.
Sonará la lluvia, como siempre suena,
el órgano irá consumiendo las últimas notas
y ante nuestros ojos
los pájaros tendrán algo más de plomo en las alas.
como las voces de los niños cantores.
Deberemos cerrar los ojos, besarla una vez,
sentir el mármol frío latiendo en el interior,
la mano del silencio sosteniendo nuestras manos,
mientras el ángel recién llegado de tan lejos
crepitará en las palabras del misterio.
Ayer la luz fue azul y de un tono indescriptible,
el color de mañana será marrón,
el tono ensimismado de la tierra y del olvido.
Sonará la lluvia, como siempre suena,
el órgano irá consumiendo las últimas notas
y ante nuestros ojos
los pájaros tendrán algo más de plomo en las alas.
5 comentarios:
Pero el cierzo les ayudará a volar muy lejos...
Rojo, azul, también el olvido posee un color, la pena es que huya con tanta rapidez que no sea perceptible su tonalidad: quizá sea como el mismo cielo, reflejo de lo que sucede (o está por llegar).
Gracias por este bello poema.
MFL.
Roja de amor, cariño, del color de la proximidad.
Sonará la lluvia y cantaré la despedida final, se mezclará con mis lágrimas y dejará de ser transparentes, se tornoran rojas como su amor, al que dejé marchar...
No tengo un buen día para leer tu poema. Me gustó mucho.
saludos.
El olvido...si es que hay olvido
Besos
"el tono ensimismado de la tierra y del olvido..." tras las cenizas rojas llega el olvido... y el largo silencio. precioso.
un besazo
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