Navega la luz sobre la tarde,
rodea los visillos
y se mueve
como una sargantana sobre las paredes.
Hay una llama enrojecida en tu piel
que dibuja remotos viajes de barcos,
islas y pájaros enredados en un bosque de coníferas.
Plena la vida respira en ti, sin nubes,
sostienes un templo de flores,
mientras
el azul recorre cada uno de tus poros,
se crece en tu respiración
y vuelca en su derroche
toda la savia que trae abril en tus labios.
rodea los visillos
y se mueve
como una sargantana sobre las paredes.
Hay una llama enrojecida en tu piel
que dibuja remotos viajes de barcos,
islas y pájaros enredados en un bosque de coníferas.
Plena la vida respira en ti, sin nubes,
sostienes un templo de flores,
mientras
el azul recorre cada uno de tus poros,
se crece en tu respiración
y vuelca en su derroche
toda la savia que trae abril en tus labios.
F
6 comentarios:
Escribes genial. Felicidades
Preciosa visión para abril. A versi rescatamos algo de su savia antes de que nos la arrebate mayo.
Abril es el mes más cruel, alguien lo dijo antes... pero con poemas como este los días se derraman como flores de la estación.
Milagro de la luz sobre la piel amada.
Milagro de los ojos que la descomponen en los colores precisos.
Un abrazo.
Precioso, Fernando, me voy a dormir con él.
Besos
Esa luz...su luz...tu luz...
Publicar un comentario