En lo desnudo llego a ti...
soy la duda,
el hilo de las ovas,
la cuerda que tensa,
el racimo fértil,
la sangre que te hierve,
la cálida silueta,
la última pregunta,
el rincón de la sombra,
la luz en la ventana,
el dolor en la boca,
un mordisco suicida,
los labios que te buscan,
la lengua que te espera,
la mano que anhela de nuevo tu cadera,
la saliva, el incendio,
el bosque y sus pájaros de siembra,
el arma cargada de promesas,
la respuesta delatora,
la zalema que te enhebra,
el quehacer de tus dedos,
la tibieza de la seda,
la lluvia en tus muslos,
el descenso a los infiernos,
el cáliz donde ahogarte,
el pulso, el deseo, el escalofrío,
cada uno de todos tus gemidos,
ese cahíz de trigo,
la avena, el resplandor,
el quejido,
la quemazón de la amapola,
la tachadura y su caída,
el sabor del limón,
el aroma a la canela,
lo dulce, lo agrio, lo salado,
el mar en tu cuerpo,
el vértigo, la condena,
el volver a empezar
uniendo una a una todas las verdades,
leyendo en mis ojos todas las mentiras.
2 comentarios:
"...leyendo en mis ojos todas las mentiras."
Besos y zalemas.
Laura
(El cahíz era tuyo)
Esto es desdoble de la personalidad y lo demás tonterías ;o)
Besicos
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