De todos los exilios me escogió uno,
en su fanal de mimbre se resguardan los desiertos,
la austera mansedumbre de un olivo,
el vértigo de un álamo,
la oscuridad derruida en copos por una ventisca,
el lado ineludible de los barcos al amanecer,
las hojas escritas por la noche con la simiente de la soledad.
Hurgo en la piedra con mi buril de espiga,
detalla el tiempo su placidez de río,
el silencio no es un bosque dormido
si acaso es la costumbre de transitar desnudo por el lado de la sombra.
Apenas me reconoce el mármol roído por la mano artesana
pero en sus líneas rectas de palabras grabadas
hay siempre un epitafio o una oración que me conmueve.
Bee Gees – Lion in Winter
en su fanal de mimbre se resguardan los desiertos,
la austera mansedumbre de un olivo,
el vértigo de un álamo,
la oscuridad derruida en copos por una ventisca,
el lado ineludible de los barcos al amanecer,
las hojas escritas por la noche con la simiente de la soledad.
Hurgo en la piedra con mi buril de espiga,
detalla el tiempo su placidez de río,
el silencio no es un bosque dormido
si acaso es la costumbre de transitar desnudo por el lado de la sombra.
Apenas me reconoce el mármol roído por la mano artesana
pero en sus líneas rectas de palabras grabadas
hay siempre un epitafio o una oración que me conmueve.
Bee Gees – Lion in Winter
F
5 comentarios:
Es cierto que hay exilios que nos escogen. Vivirlos es siempre duro. Menos mal que al final hay palabras que nos conmueven.
Un beso.
Exilios hay como ruinas que nos llenan de soledad.
Ruinas hay con inscripciones que nos rescatan.
Abrazos.
El bosque dormido nunca es silencio. En su quietud, hay un timbre constante que habla de soledades.
Son tantos los exilios que nos crecen dentro,
allá donde el silencio se hace savia del lenguaje
entre la soledad y el amanecer.
Un abrazo
Hay exilios que nos llegan de manera brutal y uno no puede elegir los más apropiados o los que a veces por necesidad buscamos para descansar.
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