Sólo pasan la nube y el vacío
L.G.M.
Alrededor del amanecer los guarismos son cifras azules,
un sinfín de dedos cruzando la espesura de tus labios
y ese ronroneo suave cercando el sueño y el deseo.
Cada voz trae un símil persiguiendo a tu recuerdo,
un día de cortados, aguardiente y música de Mozart
mientras la lluvia reunía un pequeño delirio en las aceras
y el fuego sabía donde concentrar su mirada.
Hoy sólo pasan la nube y el vacío,
tal vez la estirpe de la dicha dejó su llanto amargo,
esa branza que ata en tu almohada
el sabor de su boca, el olor de su pelo…
un aroma que siempre va contigo.
L.G.M.
Alrededor del amanecer los guarismos son cifras azules,
un sinfín de dedos cruzando la espesura de tus labios
y ese ronroneo suave cercando el sueño y el deseo.
Cada voz trae un símil persiguiendo a tu recuerdo,
un día de cortados, aguardiente y música de Mozart
mientras la lluvia reunía un pequeño delirio en las aceras
y el fuego sabía donde concentrar su mirada.
Hoy sólo pasan la nube y el vacío,
tal vez la estirpe de la dicha dejó su llanto amargo,
esa branza que ata en tu almohada
el sabor de su boca, el olor de su pelo…
un aroma que siempre va contigo.
3 comentarios:
En aquella matinada
de pluja fina i tristor amarga,
de petons estampats
en coixins de seda blanca
i llençols amb la taca
d’una nit escridassada,
en aquella matinada tant dispersa,
tant accidentada,
de tallats sobre la taula,
de cigalons de rom cremada,
amb grans de cafè
tacant les estovalles blaves.
En aquella matinada,
s’escapava el darrer crèdit
que em quedava.
Marxaves tivada,
deixant enrere el flaire
de la cabellera a l’aire,
alhora que la porta...
es tancava.
Fecundidad del amanecer.
La nube y el vacío pasan.
Sus huellas, no.
Quizás sea el entorno del cielo o del espacio que los dibuja.
Un abrazo.
Los aromas que nos marcan nunca pasan, de alguna manera. Feliz domingo, de algún modo
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