Tengo la edad suficiente para saber unas cuantas cosas de la vida, esas pequeñas o grandes que parece que ya no te van a hacer palidecer, extrañarte o incluso caer derrumbado. Me han pasado suficientes para ser consciente de que los golpes que la vida da o sus alegrías son parte de una rueda en la cual las compensaciones, como en la ley de Arquímedes, se suceden una y otra vez, sin pausa, sin remedio.
Si repaso este noviembre, puedo decir que ha sido como casi todos los noviembres, en los cuales siempre me siento maltratado. Podría haber sacado la fuerza de la ira para defenderme, pero bah! no merece la pena. Las cosas de las emociones no son algo que se pueda medir ni pesar en una balanza, ni siquiera explicar abiertamente, porque mis emociones navegan en un río tan denso que sólo metiendo la mano dentro y tocando el limo del fondo puedo hacerme una idea de cuáles son...pero, como siempre pienso, todo es cuando debía suceder, es cuando sucede...
Así y todo, tengo suficientes ánimos para levantarme por mi mismo de cada golpe. No usaré de plañideras, ni siquiera las crónicas del insomnio barajarán más cartas en este tapete mío, oscuro, negro, pero que tiene el deber de seguir en juego, no por nada, sencillamente porque no queda otro remedio.
Si repaso este noviembre, puedo decir que ha sido como casi todos los noviembres, en los cuales siempre me siento maltratado. Podría haber sacado la fuerza de la ira para defenderme, pero bah! no merece la pena. Las cosas de las emociones no son algo que se pueda medir ni pesar en una balanza, ni siquiera explicar abiertamente, porque mis emociones navegan en un río tan denso que sólo metiendo la mano dentro y tocando el limo del fondo puedo hacerme una idea de cuáles son...pero, como siempre pienso, todo es cuando debía suceder, es cuando sucede...
Así y todo, tengo suficientes ánimos para levantarme por mi mismo de cada golpe. No usaré de plañideras, ni siquiera las crónicas del insomnio barajarán más cartas en este tapete mío, oscuro, negro, pero que tiene el deber de seguir en juego, no por nada, sencillamente porque no queda otro remedio.
9 comentarios:
La rueda de la vida. Ese mecanismo que aún no conozco. Golpes que aún duelen. Secos, cuando más confiado, peor. Y la rampa para salir de agujero, larga, solitaria, oscura. Al otro lado nosotros, los pies para caminar, la senda que me llevará, de nuevo, hasta el próximo golpe. No queda otra Fernando.
Y joder, Diciembre ha vuelto.
Salu2 córneos.
… me gusta ese optimismo, aunque sea forzado…
esa edad suficiente que tienes seguro que también te dice que no es un baremo del todo fiable, hay personas que no maduran o no aprenden jamás, aunque puedan llegar a centenarias.
Noviembre puede ser un mes tan hermoso o tan triste como otro cualquiera, aunque todos tenemos nuestras manías y nuestras preferencias… no uses plañideras si no quieres pero sí comparte crónicas de insomnio, reflexiones, alteraciones anímicas… y cosas de este estilo, al menos a mí me gustan, me siento afín a algunas de ellas… pero pasa que no sé plasmarlas así, tan cercanamente…
bienhallado de nuevo Fernando… besos
"En noviembre es más fácil improvisar la muerte que la vida" A. Gala
Pero ya comenzó diciembre :-)
Después de todo
noviembre ha terminado
sin más pena ni gloria,
y según dicen por ahí
vuelve otra vez diciembre,
arrecia el viento
y la nieve se hace escarcha,
pero a pesar de los pesares
tenemos que levantarnos de nuevo.
Un abrazo
El limo del fondo es lo que siempre permanece. A veces uno es valiente, mete la mano y revuelve en él buscando lo bello. Otras, introduce sólo un dedo y genera un movimiento tan grande que hace que el río se rebele generando torrenteras y aluviones. Algunas, incluso, trata de removerlo y está tan compactado que el movimiento ni siquiera deja una marca a su paso. Sin embargo, el río sigue. Pasó ya algo del otoño y corre presuroso hacia el nuevo mes.
Ahí estamos.
Admiro la capacidad que tienes de mostrar tu sentir.
Besicos
Pienso, que lo importante es seguir teniendo los suficientes ánimos para continuar el día de día. Así es la vida, unas veces dulce y quizá más veces, muy amarga. Tú lo dices muy bien. Un abrazo
Por qué será que en estas fechas parece que todo nos pesa más...
Sin embargo admiro la capacidad de superación que todos llevamos dentro y que hace que seamos capaces de liberarnos del "peso extra" sin mirar atrás ni lamentarlo en exceso.
Qué bien nos sienta una buena "remontada",Fernando. :-)
Un abrazo y "tirá pa'lante".;-)
Si querido; siempre girando en esa rueda.
Saquémosle partido.
Besicos.
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