Estoy en este andén, en esta estación de tránsito. Sé que el otoño también tiene un tren nocturno, un viaje de larga distancia hacia la lluvia, he de resolver todo lo que me deja entre los dedos la hirsuta fuerza del viento, casi lo que me desvanece o me da tanto dolor como emociona, lo que me cubre de una nube negra o se ensarta entre los cristales que acaban dentro de mi puño cerrado.
Ciertamente me pasan muchas cosas, algunas son tan leves (o importantes) como ver caer unos copos de nieve o ver pasar un pájaro, otras me duelen tanto que sólo ironizando puedo decirlas y otras sostienen un discurso interno que incluso yo a veces desconozco.
Puedo parecer presuntuoso, quizás lo sea, incluso arrogante a veces, como si una palabra mía tuviera más valor que propiamente una acción de otros, cosa que no pienso en verdad, pero que con el juego de la bitácora parece que las cosas expuestas con el color del oro sobre el fondo negro fuera algo relevante...a veces pienso que este es un buen sitio para representar el teatro de mi vida, un trozo de verdad y un trozo de mentira de todo lo que me pasa por la cabeza, la piel y las vísceras...de todas las maneras no deja de ser un juego al que apuesto cada día...y desde niño siempre me he jugado parte de mi a esa ruleta sin nombre...sigo pues con el 37, rojo e impar...no va más.
Ciertamente me pasan muchas cosas, algunas son tan leves (o importantes) como ver caer unos copos de nieve o ver pasar un pájaro, otras me duelen tanto que sólo ironizando puedo decirlas y otras sostienen un discurso interno que incluso yo a veces desconozco.
Puedo parecer presuntuoso, quizás lo sea, incluso arrogante a veces, como si una palabra mía tuviera más valor que propiamente una acción de otros, cosa que no pienso en verdad, pero que con el juego de la bitácora parece que las cosas expuestas con el color del oro sobre el fondo negro fuera algo relevante...a veces pienso que este es un buen sitio para representar el teatro de mi vida, un trozo de verdad y un trozo de mentira de todo lo que me pasa por la cabeza, la piel y las vísceras...de todas las maneras no deja de ser un juego al que apuesto cada día...y desde niño siempre me he jugado parte de mi a esa ruleta sin nombre...sigo pues con el 37, rojo e impar...no va más.
F
7 comentarios:
Las estaciones siempre han tenido para mi un significado muy especial. Ver cómo se va un tren y cómo llega otro. Me reflejo en ese oro sobre negro, en ese trozo de verdad y de mentira que a veces se mezcla y de tanto batirlas se confunden.
Un beso
Sabina genial! Gracias por la música también.
Escribes muy bien. A veces la presunción es una coraza solamente que utiliza un corazón humilde. Feliz Navidad. >un abrazo
Esa foto, tus palabras acertadas, justas, oportunas, y la canción de peces de ciudad...hay mezclas que me conmueven, y más cuando nieva.
Un beso grande!
Feliz navidad!
Y qué es la vida, sino el mayor juego de azar que existe, en el que nos jugamos todo o nada.
Hagan sus apuestas,señores... ;-)
Yo,mientras, sigo apostando por tu poesía.
Saludos,amigo.
Reflexionar es importante. También jugar. Ya sabes, unas veces se gana y otras se pierde.
Lo de presuntuoso puede que sea una coraza.
Nos quedan muchas estaciones por visitar. Y no todas son de tránsito.
Un abrazo de Mos desde la orilla.
… existir es ya de por sí un trasiego, un continuo deambular por andenes, estaciones y trayectos que nunca sabemos exactamente donde nos lleva. Nunca podemos resolverlo todo, nunca podemos abarcarlo todo, ni tampoco conocer demasiado, pero es importante y tiene sentido existir cuando el viento nos deja su aspereza entre los dedos o su crudeza en el rostro, porque eso significa que conocemos también la caricia de su brisa y el abrazo de su primavera.
No creo que sea presunción que relates esas cosas que pasan en tu vida, todo lo contrario, a mi me parece que al hacerlo conoces bien la sensación de ese copo de nieve que cae o todo lo que puede significar o evocar el vuelo de un pájaro… la ironía, amigo fernando, es una forma de quitar hierro al asunto y no por eso dejar de ser menos importante.
Quizás una palabra tuya tenga más valor que muchas otras porque sabes vestirla de sentido, aunque su núcleo sea una simple observación, en cambio otros, simplemente las dicen o las decimos sin más. Saber decirlo también es una cualidad primordial en la comunicación.
Me detengo.
Sólo que… me ha gustado eso del 37, rojo e impar; no tengo ni la más remota idea de la ruleta, pero según he leído el 37 no existe (aunque sí 37 números, del 0 al 36)… ¡buen detalle!
El rojo, color de la sangre, de la pasión… me atrevo a decir que del dolor, en resumen ese líquido que nos sustenta y corre por la venas, lo cual indica “vida”.
Impar, simplemente único.
… “no va más”… ¿y te parece poco?
esas reflexiones me pueden!
besos… un placer reflexionar con tus reflexiones
Esto que describes se llama necesidad de comunicar. Una magia que nos aturde, a veces, nos ciega, otras, y nos sublima, algunas.
Lo importante es tenerla, sentirla y desarrollarla. Es nuestra parte más humana. Probablemente.
Quiero jugar al 37, rojo e impar.
Laura
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