Cierra los ojos, no hagas trampas…mis labios van a recorrer tu cuello, suavemente, ligeramente, dejando una pequeña humedad apenas perceptible pero que sin embargo te hará estremecer…llegaré a tu lóbulo izquierdo y te pronunciaré voces quedas y calidas que te augurarán deseos y promesas…seguiré hasta tus párpados, les dejaré la humedad que les haga tener en su mirada algo de mi…tu lóbulo derecho me apasiona y lo mordisquearé con dulzura…volveré bajando por tu cuello, ese sendero donde es fácil caer, y desde el brote fecundo de tus senos he de subir hasta volver a tu rostro y llegar a tus labios…entonces recorreré su contorno y los humedeceré con la punta de mi lengua…te voy a dar un beso.
En el amor el quiebro se hace gala de sábanas deshechas.
Eres blanca piedra en el desierto,
calcinada arena entre los dedos míos,
y te beso con el derroche de mis ojos ciegos.
Segundo a segundo respiro tu anhelo,
el aire eres tú como sagrado templo,
el calor de tu boca,
la humedad de tu lengua,
la luz de un relámpago en esta lluvia,
casi una eternidad nacarada con tus dientes
y hechizada con tus labios sonrosados.
7 comentarios:
Madre mía Fernando...yo no me voy de aquí, que traigan la ambulancia jajaja
Ardiente y dulce, sensual y tierno, dios mío!!!!! que beso!!!
Un enorme placer leerte.
Saludos
Besos
Casi he entrado en su boca.
La primera parte, la prosa... amenaza. Esos verbos en tiempo futuro abrasan a cualquiera.
¿Un beso? Te sabrá a poco después de este tuyo.
Laura
GRACIAS...NO TIENES IDEA DE COMO NECESITABA ESTO HOY....UN BESO
"MUJER REBELDE"...
¡Caramba, Fernando, qué pasión!
¿Todo cuanto descibes es, ¿cómo llegar al beso, o como llegar al cielo?
Un abrazo, amigo.
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