En la oscuridad
una llama tiene todavía
el sueño de la eternidad.
No me trae el amanecer desde tan lejos, acaso se me han cerrado los ojos casi cuando mi mente se ha dejado vencer por el cansancio y esta orilla se quedaba difusa ante el despliegue lento y lejano del nuevo día. Recojo al levantarme todas esas monotonías de las cuales está sembrada la habitación y lo disperso que me ahogaba en la penumbra viene a mi, se rehace entero en mis entrañas y toma el tamaño preciso que tiene, lo que era poco vuelve a ser eso, poco, y mi respiración se acomoda a la realidad, mi gusto acepta el zumo de naranja, mis manos sienten el calor de la taza y huelo el penetrante olor del café, mi vista reconoce las distancias y el color de las cosas y escucho a los pájaros enumerar un discurso loco que quiere ahogar la voz de la radio...vuelvo desde la noche.
una llama tiene todavía
el sueño de la eternidad.
No me trae el amanecer desde tan lejos, acaso se me han cerrado los ojos casi cuando mi mente se ha dejado vencer por el cansancio y esta orilla se quedaba difusa ante el despliegue lento y lejano del nuevo día. Recojo al levantarme todas esas monotonías de las cuales está sembrada la habitación y lo disperso que me ahogaba en la penumbra viene a mi, se rehace entero en mis entrañas y toma el tamaño preciso que tiene, lo que era poco vuelve a ser eso, poco, y mi respiración se acomoda a la realidad, mi gusto acepta el zumo de naranja, mis manos sienten el calor de la taza y huelo el penetrante olor del café, mi vista reconoce las distancias y el color de las cosas y escucho a los pájaros enumerar un discurso loco que quiere ahogar la voz de la radio...vuelvo desde la noche.
1 comentario:
Vuelve, vuelve desde la noche... y sigue compartiéndolo por fa.
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