Voló el ave rehusando la espera.
Rojo en su silencio el amanecer
tenía todavía las claves de la noche.
Una a una las gotas de la lluvia,
tercas, se hicieron solitarias
entregadas a recorrer su cuerpo.
Después miró mis ojos,
nada de lo que vio
tenía el color de la esperanza.
Toda ausencia posee un vínculo preciso
con el mantel del desayuno,
las preguntas surgen
entre el café y la cucharilla.
Un recodo de la avenida me reserva a veces una debilidad,
es el lugar donde habitan por un tiempo
todas las oscuras razones que me guarda el pasado.
La niebla tiene siempre su sueño.
Recoge voces, gestos, sombras
y aniquila la distancia con su etérea humedad.
F
4 comentarios:
Recuerda que cuando se tiene alas.. se ha de volar.
Pero quedan el cafe y la cucharilla,
el recodo de la avenida...
Y la nieva... viene y va.
Buen fin de semana :)
La ausencia y la esperanza
siempre vuelan juntas de la mano
hasta los confines del tiempo.
Un abrazo
"...un vínculo preciso / con el mantel del desayuno..."
¡Bien! Da gusto leer cuando la palabra es más que palabra. Me encantó esa estrofa.
Un beso.
Laura
MUY HERMOSAS Y SENTIDAS PALABRAS...
DESDE YA, TE SIGO.
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Mis Poemas.
espero sigamos en contacto para intercambiarnos letras. bye y besos
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