En renglones escribo
alli donde anidan
los pájaros y las palabras
nada hay ya en mis manos
enhebro mis sueños
junto a las horas que persiguen
mis atardeceres
en tardes como estas
descubro el acantilado
silencioso de mi piel
en la penumbra de las sabanas
donde nada se pregunta
muero....
necesito huir
estoy cansada
necesito volver a mis huellas
junto a mis poemas
que han vencido al olvido
espero ver florecer
a las rosas de julio.
alli donde anidan
los pájaros y las palabras
nada hay ya en mis manos
enhebro mis sueños
junto a las horas que persiguen
mis atardeceres
en tardes como estas
descubro el acantilado
silencioso de mi piel
en la penumbra de las sabanas
donde nada se pregunta
muero....
necesito huir
estoy cansada
necesito volver a mis huellas
junto a mis poemas
que han vencido al olvido
espero ver florecer
a las rosas de julio.
Sandra Ledeska
3 comentarios:
ojalá curemos el cansancio con algo que dé ganas de vivir
Escribir renglones, enhebrar sueños, descubrir acantilados.
Y hacerlo todo ello en el propio cuerpo cansado.
Está claro que hay que volver a los poemas perennes y a las esperanza de las rosas florecidas en veranos.
Un bello poema, Sandra.
Descubrir poros en los acantilados y palabras y soledad en las manos. Yo diría que esas manos están llenas y muy llenas, Sandra. Hermoso y solitario poema. Me encanta.
Besos
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