Te contemplo mirándote en silencio
en esas noches de mi luna ausente
Ojos cerrados y las manos blancas
entrelazadas en un nudo amargo.
Esas manos varadas
corren la cortinilla de los días
monótonos y lánguidos.
Manos que dibujaron los abriles
y custodiaban besos y caricias.
Palomas mensajeras
amantes en las tardes
junto a la orilla de mi lago en calma.
Manos que recorrían
las rubias cabelleras
y mecían mi cuerpo en un instante.
Manos blancas y limpias
en un altar de amor sacrificadas.
Amaban, se dolían
en el terrible y duro cotidiano.
Tus manos, esas manos
reparaban ennegrecidas grietas
con bálsamo de luces.
Hasta que un día, tal vez ya cansadas,
se declararon muertas, duras, yertas
quizás asesinadas por ti misma
Y entonces
ya no fueron tus manos.
Tú misma ya no fuiste.
En el amanecer de aquel otoño
tus manos eran nada, sólo nada.
M.A.Yusta
F
6 comentarios:
Hola, Fernando.
Venía a agradecerte tu comentario en mi blog,
y claro, ya no he podido hacer otra cosa que quedarme un ratillo a leer el poema.
Un poco triste al final, no?
Y mira que las manos es mi parte favorita del cuerpecillo humano...
jeje
Un beso!
A veces, dejar tu vida en otras manos o tener en tus manos la vida de otras personas, suele ser un viaje largo y agotador y con efectos secundarios...varios, Miguel Ángel. Lo difícil es seguir siendo tú mismo/a. Aunque si nada es nada vuelve.
Me ha encantado este pensante poema tuyo.
Besos
Amor siempre cambiante del que se habla siempre con metáforas y metonimias.
Las manos dicen mucho de él.
Cuando se tienen y cuando se pierden.
Cuando son todo o se hacen nada.
Cuando el amor llena y cuando nos deja vacios.
Seguro que en tu coral habréis cantado ese clásico: "Más vale trocar plaçer por dolores que estar sin amores"
Espléndido poema, amigo M. Ángel.
Un gran abrazo.
Bonito poema. Un abrazo
Manos que pueden escribir un hermoso poema. Abrazos.
Gracias, Fernando, y a todos vosotros por vuestros hermosos comentarios...Estoy vagando por ahí todavía pero pronto navegaremos por estas aguas de nuevo...Abrazos y besos.
MAYUSTA.
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