Para Tere
Dime dónde has guardado las palabras
que aparentabas no saber decir antes de irte,
si las dejaste suspensas en el aire
dispuestas a abrazarnos por sorpresa
alguna noche de melancolía.
Dime, prudente mujer de los silencios,
a qué música suena tu infinito.
Dime qué puede la amistad
cuando te quedas sola
justo en la punta de la flecha lanzada al aire
¿en verdad reconforta
- puente de alas verdaderas-
la mano de un amigo?
Dime de qué lucidez y arrojo te valiste
para dar con esa alma de cántaro
donde finalmente decidiste morar
y preparar el salto al otro lado de los días.
Dime, ahora que lo has aprendido,
cómo se acaba el tiempo.
Dinos en qué respiraciones contenidas
podemos recoger tus huellas,
el vaho de tus afectos y meditaciones,
los puntos suspensivos de tu vida.
Emilio Pedro Gómez
F
8 comentarios:
Las palabras escondidas incendian la piel de quien no las escucha y queman el tiempo cuando se pierde.
Un beso
Te digo que lucidez y arrojo no me faltan
a la hora se creer que sigo adelante.
Adelante, como dice la canción.
Un bexo
Tremendo reproche, Emilio. Su música suena a tormenta... y tormento. Me ha encantado tu poema.
Besos
Me he quedado impresionado por la belleza dolorosa de este maravilloso poema:
"antes de irte"
"Música de infinito"
"Soledad en la punta de flecha lanzada"
"Salto al otro lado de los días"
"Saber cómo se acaba el tiempo"
Tras todo eso, tras la marcha, tras las palabras que quedaron suspendidas en el aire queda sublime el final:
"Dinos en qué respiraciones contenidas
podemos recoger tus huellas,
el vaho de tus afectos y meditaciones,
los puntos suspensivos de tu vida."
Gracias por el poema, Emilio.
Abrazos.
Ojalá lo supiera para poder decirlo.
Besos azules...
"Ninguna puerta se cerró. Todas quedaron entreabiertas con una columna de vacío ante nuestra mirada."
Victoria, Ego, Doberka, ybris, Mizpah, Ángel:
Confusión de asombro y alegría tras la lectura de vuestras inesperadas, diversas, hermosas palabras. Me han dejado encendido el deseo de conversar en directo con vosotros.
Leí el poema a Tere hace tres meses, mientras esparcíamos sus cenizas en lo alto de un prado de San Martín de Verí.
Gracias.
Emilio Pedro Gómez
Me gustó el poema, pero me impactó tu puntualización, Emilio.
"Dime, ahora que lo has aprendido/ cómo se acaba el tiempo."
Un abrazo
Laura
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