Desnúdame de todos los agravios,
es fría la noche en este mes de marzo.
Nada tengo tuyo salvo tu voz quebrada,
afuera un bosque de coníferas,
una luna llena, un río silencioso.
Dentro de un hotel triste,
tu mirada embriagada,
esta soledad comiéndonos a trozos,
esta necesidad el uno del otro,
sin sabernos casi,
desconocidos,
erguidos en la barra del bar
como dos campanas tocando silencio.
es fría la noche en este mes de marzo.
Nada tengo tuyo salvo tu voz quebrada,
afuera un bosque de coníferas,
una luna llena, un río silencioso.
Dentro de un hotel triste,
tu mirada embriagada,
esta soledad comiéndonos a trozos,
esta necesidad el uno del otro,
sin sabernos casi,
desconocidos,
erguidos en la barra del bar
como dos campanas tocando silencio.
F
9 comentarios:
Excelente. He sentido el frío, he paseado por el bosque de confieras, sé de la soledad en la barra del bar, escuchando las campanas tocando silencio. Me has desnudado con todos los agravios. Vuelvo a decir, Excelente.
Tengo tu voz quebrada en mis oïdos.
La imagen descrita es a todo color. Genial.
un beso... pero enorme.
b.
El primer verso es una red. Como un pez me enredé en el resto. El último, me sacó del agua.
Laura
Me gusta el olor del pescado.
Pero no en los hoteles ni en los cuadros.
El día que P. lea esta poesía
quizás no tenga que estar fingiendo que me cae bien su novio.
Un (b)eso desconocido
Buenísimo Fernando... un placer leerte. Vine desde Malena y por aquí me quedo.
Muy bonito.
Me ha encantado.
La imagen de las palabras son geniales.
Besos.
Los agravios, que vestimenta espinada...
Saludos
Nada tengo tuyo salvo tu voz quebrada...
Me saco el sombrero y me retiro...
Confesiones que llegan al alma. Abrazos.
Muy bello, besos
Alba
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