No sé si será Venecia o esta lluvia de invierno,
cada ciudad que amo tiene un tono de mujer que me agobia
y aunque sea en un rincón oculto al trasiego de la gente,
allí me resisto a partir, revestido de incógnito,
vertiéndome en el cuenco y el aceite de un recuerdo,
sacando de dentro, lágrima a lágrima,
los pequeños tesoros de unos labios,
la verdadera búsqueda de una piel,
el sabor de lo recóndito dulce y salvaje,
el crujido del sable y su dolor de acero,
el lado más oscuro y calido del amor.
Foto de Carlos Manzano
5 comentarios:
Ese tono de mujer que enamora en cualquier rincón del planeta. Abrazos.
será Venecia y el aceite de los recuerdos..., el cálido amor...
será que escribes tan bien, que todo es..
abrazos
La ciudad es lo de menos, Venecia, París..., serían sólo un ornato.
Rincón oculto, el sabor de lo recóndito, el lado más oscuro y cálido del amor..., me gusta esta forma de expresión tan íntima.
Un beso.
Cuánta belleza guarda Venecia y cuánta belleza guarda ese lado oscuro y cálido del amor. Besos
El aroma de su piel, que te mueve por los rincones de Venecia y te mese al vaiven de las olas, de sus besos..
Un besote mi Fer!
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