Caigo todavía desde tus dedos al suelo,
habría querido sumergirme en tus manos y nadarte…
Ana Muñoz
habría querido sumergirme en tus manos y nadarte…
Ana Muñoz
Cerciorarme de toda la profundidad de tu deseo
y ahogarme en él
o ser de nuevo un anfibio
que pueda sobrevivir a tanta dicha.
Este vértigo de ansias y futuros inciertos
trae en sus miradas viajes lejanos
y lo prematuro del amanecer
se disuelve entre las gotas del invierno.
Calma y silencio, tu cuerpo es la espera,
cada respiración se somete al tiempo,
en tu pecho navego y dormito
rodeado de pájaros
y ese rumor del bosque que nunca te abandona.
F
10 comentarios:
Este poema aparte de gustarme me ha echo pensar. Gracias por regalar belleza
anamorgana
Hace unos días no venía por aqui, y que grato me es regresar a visitarte.
Tu sitio lleno de poesía, música y también lleno de tí me resulta cada día más atrapante.
Besos australes
Un poema delicioso , profundo y con esa musica de fondo que lo acompaña ... encumbra el alma.
Un besito dulcemente pecaminoso
Qué recuerdos...
Serìa un placer infinito. Abrazos.
te cercioras en tus letras sabiéndote poseedor de su cuerpo
besos
Geniales los versos de Ana... y los tuyos Fernando.
Besos
Cuanta belleza sacas de tu interior Fernando, muy lindo.
Tanto vértigo, veinte segundos,
y sin avisarme.
Espero que las semillas duerman.
Profundamente.
Un (b)eso
Cerciorarse, ayuda a sumergirse en las profundidades del deseo, y del alma.
Precioso, Fernando, un beso.
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