Sólo tendrás el dolor de los sauces en la avenida,
la noche gira en su tumulto y tú eres poco más que nada.
Dos pasos hacia mi y te condenas a saciarte de mi cuerpo,
pero nunca deberías de haber venido
sólo para quebrarte en el silencio impertinente de un borracho.
Dos pasos hacía mí…
y quizás el vértigo sea eficaz cuando cierres los ojos,
sólo sientas el sabor de la ginebra de mi boca
y esta sensación de morirme ahogado
que todavía me persigue cuando me besas.
8 comentarios:
No se lo pones muy atractivo, algo más y mejor tendrá y sentirá, supongo.
La música es el perfecto envoltorio de tristeza y melancolía para este poema.
Un beso.
Los versos finales son maravillosos. Y la música,nos lleva de la mano hacia los territorios de la tristeza. Hermoso...
¿Dónde está la explicación para que a pesar de una espectativa tan poco apetecible, siga pareciendo deseable?
Besitos varios.
Cierto... siempre un poco más que nada.
¿De chocolate, de azúcar o... bombón directamente?
Como prefieras, pero para ti.
Bueno, algunas mentes se tornan increiblemente lúcidas cuando les embriaga la vida, o unas cuantas copas de ginebra, que a menudo viene a ser lo mismo. Un fascinante micro relato F. Aínsa.
Besos
Perdona, Fernando, por haberme trastornado con los nombres. Y eso sin beber...
Besos
Aroma de jazz, de noche quebrada.
nos condenas a querer saciarnos de ti...
de tus versos...
a aprovecharnos de tu fantástica embriaguez serena...que danza con el equilibrio de lo sublime...
abrazos
Publicar un comentario