Aguanta corazón, es la noche el breviario que tú y yo consumimos...
Es la noche, lo sé, su beso de amaranto guía todas las estelas e incluso la soledad se pone su capa de púrpura y se deshace en mi como una lluvia interminable. Desde el desván todo lo que aparenta ser, es. Los faros perduran en el océano con su dolor de urgencias, aunque nadie lo sepa a ciencia cierta hay playas donde los abandonos cubren de flores las olas, sus pétalos son los restos de jazmines que los amantes habían respirado en otras noches, cuando amarse era sencillo, desnudarse en la brisa del otro, en el vaho de su boca, en el ansia y en la caricia ciega que sólo se llevo el rocío del amanecer...aún así, las luces de la noche tienen un silencio que me hace sentir el demiurgo de un mundo en periodo de extinción. Hay luciérnagas que acosan mi mirada y son como desiertos de vida en la oscuridad de la luna nueva...Ahora me parece que van a desaparecer todos los recuerdos y en esa ráfaga del faro los segundos de muerte son la eternidad que nos espera. Tú y yo nos hemos ahogado nuevamente,todas las noches perecemos, aunque el mar no nos quiera y siempre nos lance como un despojo a la playa sin más esperanza que la próxima marea.
Es la noche, lo sé, su beso de amaranto guía todas las estelas e incluso la soledad se pone su capa de púrpura y se deshace en mi como una lluvia interminable. Desde el desván todo lo que aparenta ser, es. Los faros perduran en el océano con su dolor de urgencias, aunque nadie lo sepa a ciencia cierta hay playas donde los abandonos cubren de flores las olas, sus pétalos son los restos de jazmines que los amantes habían respirado en otras noches, cuando amarse era sencillo, desnudarse en la brisa del otro, en el vaho de su boca, en el ansia y en la caricia ciega que sólo se llevo el rocío del amanecer...aún así, las luces de la noche tienen un silencio que me hace sentir el demiurgo de un mundo en periodo de extinción. Hay luciérnagas que acosan mi mirada y son como desiertos de vida en la oscuridad de la luna nueva...Ahora me parece que van a desaparecer todos los recuerdos y en esa ráfaga del faro los segundos de muerte son la eternidad que nos espera. Tú y yo nos hemos ahogado nuevamente,todas las noches perecemos, aunque el mar no nos quiera y siempre nos lance como un despojo a la playa sin más esperanza que la próxima marea.
F
6 comentarios:
¡Qué hermoso naufragio Fernando! Un beso
Aguanta corazón. Todos hemos muerto alguna vez en la noche y mirando el mar. Hoy, de nuevo, leyéndote ha sido así.
Besos
he llegado hasta aqui por un link, el titulo me llamo la atención y lo que encontre me parecio mejor de lo que espere, aqui teneis a otra nueva seguidora, muy genial lo que escribes.
saludos y hasta luego!
Qué bello debe ser ahogarse juntos...
Hay noches que el faro interior nos ilumina ese mar con pétalos de jazmines o con botellas de plastico vacías y noches en que sólo se atreven las luciérnagas y a veces ni eso.
Besos.
todas las noches perecemos...hermoso
Besos
Alba
p.d. debería ponerlo en la otra entrada pero es por esto que te llama tierno.
Publicar un comentario