Se viste la palabra con un diapasón oscuro y húmedo que recorre como un relámpago la piel y se interna dentro, donde el corazón la espera, o esas vísceras fecundas que tienen el poder de enmudecer, secar la boca, hacer de unas simples letras un símbolo, una fértil selva donde meter la mano y en su humus inventariar tu vida, rasgar las cortinas, abrir las ventanas y lanzarte al vacío…sí, al vacío donde a lo mejor nada te espera salvo el vértigo, a lo mejor está el verso ungido por marcas de cantero como una piedra sillar que dispara tus ganas de vivir, de llorar, de reír…en ese silencio aparte te conservo, donde habita un pájaro espino, una pantera solitaria, quizás parte de un crepúsculo y en la noche la lluvia…la lluvia devota de ti en el otoño trayendo la humedad de la tierra y la luz de un faro que ilumina lejos, tan lejos que me sorprendo viendo África o parte de Bretaña en su penumbra de trazos y aún así me sé tan solo como ella quiere, porque lo que nace del corazón posee un nido para esa pequeña ave que me trae de vez en cuando la canción de un ruiseñor.
Perdonadme, quizás nada de lo que he puesto tenga sentido...será que es sábado las dos treinta y cuatro de la mañana y apenas puedo dormir...o quizás la navidad que siempre se me resiste sigue hincando sus dientes en mi.
4 comentarios:
Se viste la palabra... y en la mudez y la quietud de la madrugada, simplemente leo y guardo silencio.
La palabra para encontrarnos.
Le encuentro sentido, ya ves me gustan esos desvarios.
Besos
Alba
Todo tiene sentido, y mucho más lo que nos viene a la mente y va directamente al corazón, en esas tenebrosas horas de la noche en las que nos encontramos en la más absoluta soledad, aunque no estemos solos.
Siempre amanece.
Me gusta tu poesía, me gusta tu prosa, no sabes cómo, aunque pienso que sí, creo recordar que no es la primera vez que te lo digo.
Un beso.
La Palabra también habita en nosotros, Fer.
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