Resúmeme en todos los detalles:
del fulgor devorador de tu boca
cuando tus dientes me someten a la fiel tortura;
del aroma de tu cuerpo tibio y encendido
entregado al mío en una ofrenda que debo libar entera;
de la humedad de tu piel cuando te rozo,
creciendo estremecido el pequeño gemido del incendio;
del color sonrosado de tus pechos
entregado al deseo de mis labios,
de esa dureza de adviento en que se quedan
lamidos, sorbidos, mordisqueados;
de tu sexo prendido al mío,
buscándome enardecido con la fuerza que lo arrastra,
casi un fuego de pétalos de rosa;
y ese fundirnos los cuerpos en uno
sin que quepa entre los dos
ni siquiera el soplo de un silencio…
10 comentarios:
Qué difícil es resumir y qué imposible resulta cuando de un fundir y una entrega se habla. Vuela y se esparce el sentir y el vivir de esa entrega que ya no es nuestra, es fuego, es brisa, es aire, es aroma, es atardecer, es madrugada... es esencia de la misma vida.
Un abrazo.
Ardes de pasiòn querido poeta, un dìa en un incendio de esos te vas
a quedar en cenizas,cenizoso, como si trabajases en una fabrica de carbon.
Claro que el Ave Fenix resurge siempre de las cenizas. Esta para mi es preciosa, pero sobran los sexos y los mordiscos, sino se lo poenes todo en bandeja al lector y que quda para la imaginaciòn ehh? Que queda? Si està todo dicho y hecho jijiji
Ahissss poeta del cierzoooo!
Danza del arrebato...
Sensual momento lleno de delicada pasión
Mis besos siempre para ti, hoy de turrón de chocolate
Rotundo poema de amor. Fuerte y suave a la vez, con una gran carga de erotismo y de dulzura.
Un placer teneros juntos a Ybris y a ti, para mí sois algo especial, gracias, gran poeta.
Un beso.
No sé resumir la pasión, vos lo conseguiste maravillosamente.
Besos
.. ¿cómo que "casi un fuego," Fernando?.. eso es todo un incendio!!!!..
.. precioso y preciso..
.. abrazos de mis colinas hasta las tuyas..
Cada vez que me asomo a tus catálogos de comentarios, Fernando, me asombra la magnitud de los labios que te besan, de los vientres que se ofrecen, de los pechos que se tienden. ¡Cómo envidio tus palabras, amigo!
Sigue echando leña. Jamás te conviertas en bombero. Yo me acercaré por aquí a ver las llamas, a calentarme con ellas, a sentarme en la alfombra junto al perro.
El manual del buen amor. Abrazos.
¿Te he dicho que me gustan tus silencios?
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