Cien francos nuevos el año 1975 era más o menos el veinte por ciento que tenía para estar casi dos semanas en París, o sea un capital importante que me iba a hacer pasar muchos apuros para acabar mi viaje de estudios, pero aquella mujer dedicada al digno oficio del placer ajeno se me había metido en el tuétano de mis diecisiete años y mezclado mi ímpetu fogoso de la juventud con su calidad, su habilidad y su manera de hablarnos en medio francés medio español fue algo que no pude resistir…la cama no era problema, pues aunque la tenía que pagar el cliente, el hotel donde estábamos era visitado por ellas habitualmente, ya que la Rue de Poissioniers estaba al lado del Pigalle y el hotel por supuesto tenía un nombre acorde con los propósitos: Hotel Violette.
Puedo decir que las cosas que te enseñan por primera vez no suele ser nunca lo que te esperas y casi siempre es cierto, pero también debe ser que el tiempo endulza las cosas y aquella mujer rubia teñida quedó para siempre en mi memoria con sus dulces palabras…”cheri, cent francs et la chambre”…”tres bien, tu est un petit homme, mais grand homme”
Puedo decir que las cosas que te enseñan por primera vez no suele ser nunca lo que te esperas y casi siempre es cierto, pero también debe ser que el tiempo endulza las cosas y aquella mujer rubia teñida quedó para siempre en mi memoria con sus dulces palabras…”cheri, cent francs et la chambre”…”tres bien, tu est un petit homme, mais grand homme”
F
10 comentarios:
¡Tiempos aquellos! Ese año me casé y tenía alumnos de tu edad entonces.
Lo que son las cosas, al cabo de 33 años más en muchas cosas me siento alumno tuyo.
Gracias por esos recuerdos parisinos.
Un abrazo.
hay hitos en nuestra vida que con el tiempo se tiñen de oro
el amor, siempre fue francés... :)
gracias por tus recuerdos
un abrazo
hay personas que nos marcan definitivamente...
besitos...
París, siempre París... Algo debe de tener esta ciudad de luz... Besicos desde el canal,no es París, el canal no es el Sena, pero... Ana
Permance en tu memoria...eso el lo importante..dejar huella...
Besos...
Un texto estupendo, Fernando, aunque me da la sensación que, en estos casos, lo de menos es el idioma.
Besos
Así sí que arde París...
Abrazos
luego, además, el recuerdo tamiza lo que fue convirtiéndose en otra experiencia distinta.
Vous éte un grand homme, cheri.
Una vez me dijeron que quien no conoce París no conoce el amor, confieso que nunca he ido, pero bueno, todo llegará...digo yo ;-)
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