Gélido día de invierno
en cálida remembranza del ayer.
Volví temprano a casa
con caricias en las manos.
Con besos en los labios
y un mirar desnudo.
Y la llave fue rayó
en la cerradura hambrienta.
Pasos deliberados
en el caminar ansioso.
Despojo de ropas
frente al reflejo de mi rostro.
Y mi piel destellaba
Y mi carne trémula
Y tú cuerpo entre sabanas se estremecía
Y tus brazos me abrigaron
Y en un desliz de mi mirar,
La nieve ardía tras el cristal de nuestra ventana.
Ynarud
10 comentarios:
Un amor hecho deseo. Felicidades.
No hay nada mejor que un cálido regreso después de un gélido día de invierno. Buen poema, Ynarud.
Besos, Fernando.
A veces, con poemas como éste, mejor es no decir nada...únicamente disfrutar de
él...un beso
Estoy con Sasian, lo mejor disfrutarlos. Besos.
qué bonita estampa...
y la foto...
besos
Me justifiqué con los petardos inexistentes,
pero no dejé de estar en casa.
Un (b)eso...
cristal de nívea belleza
... para leer y disfrutar despacio
un abrazo
Qué bueno recordar el fresquito en estos días tórridos de principio de verano.
Hermoso poema, qué mejor regreso.
un abrazo
Alba
Y en un desliz de mi mirar,
La nieve ardía tras el cristal de nuestra ventana.
Que belleza es capaz de reflejar la pasión!!!
¡¡¡Hermoso poema!!!!
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