Nada que este tren sepa de nosotros resguardará el tiempo
aunque esperarnos en los besos y en los andenes de la carne
tenga el sabor húmedo y la melodía febril de los derviches,
los dos intuimos que apenas nos pase el deseo
volveremos a ser dos extraños en la noche de un pub
o en el acantilado más cercano a nuestros recuerdos.
Es difícil no naufragar entre tus pechos,
esa carne que se estremece al paso de mi lengua,
me retrae al tiempo devoto de mi juventud
y aunque follemos con el estrépito de las gaviotas,
en el intervalo de cada nuevo empuje,
de cada sensación de placer que me inunda,
recojo las migajas de un océano solitario
que hoy me abraza en ti como el resumen de un libro de viajes.
En esta estación apenas nos da el hambre para comernos a besos,
cada rincón que cabe entre mis dedos,
cada nuevo gemido de tu boca,
todo te lo devoro con el ansía del último día,
por eso te ciernes sin medida en el abismo de esta cama.
Tus labios sostienen la fruta y el aroma de las flores
y yo me embebo de ti sabiéndome débil,
arrancando de tu cuerpo la lozanía de una fugaz pasión.
No me conoces y sin embargo te has entregado
con el desvarío de los sueños
mientras no cesa la música
y el deber de amarnos sin medida
se hace una marea oscura
que nos aleja cada vez más de la costa.
Foto
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11 comentarios:
Somos un tren que discurre por la vía de la vida,
cada etapa son pequeñas estaciones que pasamos
No da marcha atrás, ni hay vuelta, tan solo ida.
su destino final es lo único que seguros estamos...
'El placer de los extraños' dirigida por Paul Schrader...
el placer depredador de los extraños, tan febril, tan desesperado
y tan hermoso deber
un abrazo
Wow....
Preciosoooooooo!!!
Me voy sin mis palabras y poseía por el fuerte olor de las tuyas.
Bechos
El tren de la vida no sabe mucho de nosotros.
Seguramente sabe más el instante ardiente del deseo.
Aunque pase.
Un abrazo.
¡Que extraña mezcla es a veces el sentir y el deseo! Le sentimos crecer sabiendo que no tiene un tiempo futuro o prolongado, que es como un simple apeadero, un simple lugar de paso, pero no somos capaces de evitarlo, de rodear este espacio. Es como el último suspiro de ese día que ya fenece, es como el último respirar de esa fugaz pasión, el desvarío de un sueño... pero todo irremediablemente imposible de evitar.
Es un poema como de límites de un sentir.
Besos Fernando, tú siempre tan diverso en tus poemas.
“el deber de amarnos…”
En ocasiones la vida parece discurrir sobre el rígido trazado de unas vías…nada parece sometido al azar, ni los sentimientos ni las palabras que definen cada instante y no queda mas remedio-necesidad que vivir el trazado que nos demanda… ¿o todo es azar?...puede que lo único cierto sea que antes de ese ultimo día queremos vivir cada pagina de nuestro libro de viaje.
Un abrazo, maestro.
Aprovechar cada tramo de ese viaje, apasionada, casi desesperadamente... con las letras del adios mezcladas entre los besos, dibujadas en la piel de ese desconocido que cada uno de nosotros somos, no importa el tiempo que haga que nos amemos.. pq cada día un nuevo yo, nace con la misma fuerza y embrujo que un nuevo amanecer y en el fin... el comienzo del más intenso placer, ese que nos hace olvidar lo que no somos y nos conecta con todo lo que sí somos en un instante mágico de locura casi incontenible...
Besitos.
¡que animus!
entregarse a alguien que no se conoce.
Mucha hambre, diria Yo.
M.
Precioso poema querido Fernando.
Al escucharte decirlo, el alma vuela hacia los brazos del ser amado, tímidos, sedientos de la luz que emana de cada beso construido con el más delicado amor...
Te felicito.
Te acompaño siempre.
Un beso inmenso.
Versos poderosos.
X
Me recuerda algún fragmento de alguna vida pasada.
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