Hay una carrera hacia la nada y un montón de personas se lanza a través del asfalto para ser un número indeterminado, un dorsal de colores vistosos, el que ayudará a conseguir batir el record guiness y hará hombres felices, inmensamente felices que pensarán “Sí, yo estaba allí” y se creerán poseedores de un trozo de ese glamour inconsistente, una medalla colectiva más a la tontería y al márketing.
Existe la posibilidad de cerrar la ventana y no escucharlos pero algo me llama a asomarme y, en las caras agotadas de los que corren la medio maratón, o la cuarta parte de ella, sigue existiendo ese rictus social del desprendimiento, de que nada es lo suficientemente estúpido para que no vaya nadie…somos tan desprendidos de nuestra existencia que la regalamos para marcar hitos desaliñados de contenido, salir veinte segundos en las noticias locales y si tienes suerte, mucha suerte, en una foto al fondo entre tu primo y el vecino del dieciocho…yo miro desde el balcón y también pienso: “seguro que estos cabrones me cuentan para algún que otro record guiness de mirones desde los balcones”…No hay remedio, siempre han de jugar con nosotros o con nuestra curiosidad.
Existe la posibilidad de cerrar la ventana y no escucharlos pero algo me llama a asomarme y, en las caras agotadas de los que corren la medio maratón, o la cuarta parte de ella, sigue existiendo ese rictus social del desprendimiento, de que nada es lo suficientemente estúpido para que no vaya nadie…somos tan desprendidos de nuestra existencia que la regalamos para marcar hitos desaliñados de contenido, salir veinte segundos en las noticias locales y si tienes suerte, mucha suerte, en una foto al fondo entre tu primo y el vecino del dieciocho…yo miro desde el balcón y también pienso: “seguro que estos cabrones me cuentan para algún que otro record guiness de mirones desde los balcones”…No hay remedio, siempre han de jugar con nosotros o con nuestra curiosidad.
16 comentarios:
Siempre me ha llamado la atención la cara de sufrimiento de los corredores, con lo agradable que es hacer el mismo recorrido u otro distinto, caminando... relajados,y sín meta, sobre todo sín meta...
Besicos f.
Diría que muchos maratonianos se lanzan a una carrera en la que sus rivales son ellos mismos en el tiempo. Creo que es más la superación consigo mismo que el periódico local...aunque hay excepciones, seguro, y más en las maratones populares :-)
Estas carreras me recuerdan aquellos días, meses, en que he intentado recuperar obras que tocaba en un pasado...
Saludos con sonrisa maratoniana,
no es mejor un paseo, una leve carrera... pero sin público ?
por qué todo es competición, cuál será el límite ?
por desgracia nadie escapa de ser objeto de estadística, otra lacra de nuestro tiempo empeñado en medirlo todo...
un abrazo
De igual manera que compartirmos la poesía, podemos compartir la carrera. Yo disfruto con ella a diario. Es una buena terapia para escribir mentalmente en soledad.
Un abrazo.
El ego suele resaltar por encima de nosotros, o saltar. Ahí estamos pintados los humanos.
Te dejo un abrazo cálido desde Medellín, Colombia!
En masa llegamos a la estupidez total. Uno recuerda a las ovejas que en rebaño pueden llegar a despeñarse unas trás las otras.
Quisiera pensar que individualmente no somos tan estúpidos.
Mi beso.
Yo no soy tan negativo con respecto a las maratones. Debe de ser porque algunos nos lo planteamos (en pasado lejano) como un modo de poner a punto un organismo demasiado anquilosado.
Ya me gustaría tener aún las ganas de poner a punto unas piernas capaces de correr más de diez kilómetros.
Corran otros por batir records y acaparar páginas.
Un abrazo.
Los hay aún más absurdos, por ej: maratón de pisos en el edificio más alto de Nueva York, 102 plantas,con 1.860 escalones para llegar hasta la azotea, en el piso 86...habiendo ascensores, para que vuñú subirán corriendo por la escalera ! =_O
Besitos
Siempre me ha parecido extraño que la gente sufra por gusto. pero ahí está.
No me gusta competir, ni salir en las noticias, odio sudar, así que si me ves en una maratón será haciendo una foto desde una azotea.
Parecen los muñecos de futbolín huyendo del manazas de turno que acaba de entrar en el bar.
Además de tu poesía, me gusta mucho la música que siempre suena por aquí. Sobre todo el jazz.
Un abrazo, Fernando.
Me ha resultado gracioso:))
Serà que mi mañana alumbra y tu final fue imperdible.
El gozo, Fer, tal vez sea sòlo goce, regocijo, o tal vez ganas de escapar de algo en un dìa de domingo:)
Besos, muchos, hasta tu balcòn
Es una foto muy curiosa, todos corriendo, deberías poner otra de las personas asomadas a las ventanas
besitos
lágrimas de mar
Para algunas personas es una forma más de no ponerse límites a sí mismos y compartirlo con otros que hacen igual... no es algo que yo termine de entender pero valoro el sacrificio y el esfuerzo.
Aunque yo prefiero mirar con cara de "pero están locos" desde la ventana... :)
Un beso, Fernando.
A mi eso de llegar a un lugar señalado y hacerlo porque los demás lo hacen no me gusta nada, en realidad todo lo que suponga un montón de gente que hace algo en plan rebaño no me va...en fin, que seré un poco rara.
Un abrazo desde la ventana.
A mi eso de llegar a un lugar señalado y hacerlo porque los demás lo hacen no me gusta nada, en realidad todo lo que suponga un montón de gente que hace algo en plan rebaño no me va...en fin, que seré un poco rara.
Un abrazo desde la ventana.
Me hiciste reir, ahí mirando con vos desde el balcón.
Yo ni loca me meto en ninguna maratón de nada, prefiero pasear, tranqui, mirar detalles, sentir perfumes, sonidos, voces.
Mi meta es esa, tal vez en el mismo recorrido.
Besos
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