La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

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domingo, 18 de mayo de 2008

Hay muelles...






Hay muelles que el alma no conoce,
lugares donde no existe la tierra
y el océano es un silencio
derramándose entre las manos.
Sabes del relámpago y de la lluvia.
Tu cuerpo es un bosque,
yo un pájaro silvestre
que enarbola con su vuelo
la sutil caricia de una mirada.
Habrá una noche,
siempre hay una noche,
entonces los murmullos serán tuyos
y yo me dejaré amar
perdido en el placer de tu anatomía.



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6 comentarios:

maria varu dijo...

Donde la tierra no exista,
el océano puede ser un silencio infinito
que se derrama eternamente.

Si hay un bosque
el pájaro enarbola un vuelo indefinido
y siempre nuevo, como una mirada.

Siempre hay una noche
donde el silencio continuará derramándose,
donde el vuelo seguirá volando
y donde el amor seguirá,
su camino siempre nuevo, siempre distinto.

Siempre hay muelles
que el alma puede alcanzar.

Hermoso divagar.
Besos.

Borrasca dijo...

Esperaré la noche a ver que pasa...

Besos borrascosos

Camille Stein dijo...

la noche es bruja, desmonta los días y los reconstruye en sueños...

una belleza

un abrazo

pepe montero dijo...

Bella agitación arbórea, pájaros silvestres, ¿y las golondrinas?, ¿y los golondrinos?, dónde colgarán sus nidos los golondrinos.

Qué buen explorador, un buen boyscout del amor, sí señor.

Un abrazo.

albalpha dijo...

siempre hay una noche...

Un abrazo
Alba

Anónimo dijo...

Eso espero....

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