He muerto y me habita un campo de maleza y flores azules.
Respirar, cada vez cuesta más respirar.
En el aire de la noche arde un sarmiento.
Tú, estás aquí, confiada, silente en tu sueño de ninfa.
Desnuda, perpetuas el juego del bosque
y la llamada de los pájaros de la oscuridad.
¿Cuántos paraísos reservas en tu mente para mí?
Resucito habitado por el vértigo.
Me inclino sobre el día.
Él me conoce y en su luz guarda el reposo
y la tristeza del tiempo.
Cada vez que hay un rocío declino la mirada,
es el llanto de una noche perdida,
a veces, es un canto a las sombras,
un rasguño entre los dos,
que hiere como todas las cicatrices
y que se reserva el recuerdo
para cuando la lluvia se hace tan intensa como la soledad.
Foto
10 comentarios:
Seguir este sendero azul, esta foto y tu poema invita a ello...
Precioso poema Fernando y preciosos los colores...
Besico.
Fernando...hay que resucitar eh...el poema triste pero precioso..y la foto perfecta..
Besos
Desnuda, perpetuas el juego del bosque
y la llamada de los pájaros de la oscuridad...
Cada vez que hay un rocío declino la mirada,
es el llanto de una noche perdida...
Hermoso
Besos
El juego del amor es un continuo paso del sueño a la vigilia como de la muerte a la resurrección.
Un abrazo.
Una muerte viva, un resucitar a nueva expresión... que hermosa conjugación de sentires y que esencia de amor se esparce allí donde el sentimiento sigue fluyendo.
Besos Fernando, tus poemas siempre tan expresivos y tan cambiantes.
Existe ese lugar???
Tantas veces morimos para resucitar al poco tiempo, hasta el día que no.
Saludos.
Poblemos la soledad, como decía Baudelaire...
Hermoso poema donde se vive gracias al amor, donde el amor te rescata de las sombras y te hace entrar en su vértigo.
Besos.
Resucita!! Resucita! Aunque vuelvas por amor, a morir!
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